¡Hola a tod@s!
De nuevo estamos por aquí para compartir con vosotr@s una nueva receta. Nos hemos tomado unas vacaciones un poquitin más largas, pero solo del blog. De lo demás todo lo contrario, hemos estado estas dos semanas a tope, mi hija con prácticas y yo, con trabajos varios. En fin, hoy por fin me he puesto de nuevo en marcha con el blog y os traigo una receta en la que por primera vez utilizó la quinoa.
Esta receta la vi en el blog KIDSANDCHIC de Rocío, es un blog que tiene unas recetas muy variadas y me gusta mucho. Además le comenté a Rocío por el face, que haria su bizcocho porque me había gustado mucho. Compré hace unos meses un paquetito de quinoa y tenía ganas de emplearla en alguna receta.
La verdad que me sorprendió, nunca la había probado y el bizcocho quedó estupendo. Además muy apropiado para compensar la cantidad de calorías de las torrijas, que nos hemos comido estos días de Semana Santa.
Espero que os guste, es un bizcocho diferente pero con un sabor y una textura muy agradable.
- 180 ml de aceite de girasol
- 100 ml de sirope de agave o azúcar (o más)
- 3 huevos
- 1 cucharada de vainilla
- 2 plátanos maduros
- 220 g de harina de quinoa
- 50 g de harina de maíz
- 1/2 cucharadita de canela
- 50 g de nueces de california
- 125 ml de leche de soja
- 1 puñadito de semillas de amapola
Lo primero trituramos las semillas de quinoa, en mi caso en la Thermomix. Posteriormente añadimos la harina de maíz, volvemos a triturar hasta que quede finamente triturado. Con una turmix o batidora quedará exactamente igual.
Batimos los huevos con el azúcar o el sirope de agave, añadimos el aceite y lo mezclamos muy bien has que quede todo integrado.
Ahora incorporamos los plátanos en trozos, la leche de soja y batimos muy bien.
Cuando esté todo integrado, añadimos la mezcla tamizada poco a poco, batimos de nuevo pero no a velocidad muy rápida, debemos no incorporar mucho aire a la masa.
Añadimos las nueces troceadas y las semillas de amapola. Mezclamos todo hasta homogeneizar la mezcla con la espátula.
Engrasamos el molde donde vayamos a hacerlo, yo he usado uno alargado o de Plum cake.
Con el horno previamente precalentado a 180ºC, horneamos unos 30 a 35 minutos, con calor arriba y abajo. Introducimos un palillo o una aguja metálica, hasta que salga limpio.
Dejamos enfriar unos minutos dentro del molde, una vez templado o frío, lo desmoldamos.
¡Listo!
Espero que os guste, porque está delicioso. El mio quedo poco dulce, pero nos lo comimos igual de bien que si hubiera estado más azucarado.
Es un bizcocho distinto, pero tiene una textura muy agradable, tierna y jugosa.
¡Probarlo, no os decepcionará!
Un beso grande :)